Andaluz |
Su procedencia es puramente española, de ahí que se le reconozca también con el nombre de “Caballo español”. Su presencia en la Península se calcula desde la época de los romanos. Casi con total seguridad este caballo español se mezcló con el bereber y el árabe, en la época en que los árabes dominaban España. Esta mezcla hizo que el pesado caballo autóctono consiguiera la elegancia y porte con que hoy se conoce.
Durante el siglo XVI se difundió en las cuadras reales de toda Europa, participando además en la formación de diferentes razas como la lipizzana, la napolitana, kladrub...
Aptitud más destacable:
- Caballo de silla y enganche, reconocido especialmente por su gran elegancia.
- Continúa siendo muy utilizado en el campo gracias a la gran fiabilidad de la que hace muestra.
- Se adapta perfectamente a los ejercicios de alta escuela.
- Imprescindible en corridas de toros.
Características físicas:
- Altura de la cruz: suele estar entre los 1,55 y 1,65 m.
- Capa principal: tordo.
- Cabeza de tamaño medio, ligeramente convexa.
- Ojos vivaces.
- Porte orgulloso y muy elegante.
- Cuello fuerte y arqueado, cubierto de una crinera larga y colgante.
- Pecho amplio.
- Grupa destacable por su fortaleza. Redondeada y potente.
- En general puede decirse que se trata de un caballo perfectamente proporcionado.
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